martes, 9 de septiembre de 2014

I Congreso Internacional sobre Libro Medieval y Moderno (y I)

Magnifico cartel del congreso realizado en la imprenta artesanal Animatipia, localizada en Collado Villalba (Madrid), quienes asimismo se encargan de realizar unos detallistas programas. La foto procede del Facebook de dicho establecimiento.
El próximo mes de septiembre tengo el placer, el gusto, el honor y mil expresiones de satisfacción más en participar con una comunicación en el I Congreso Internacional sobre Libro Medieval y Moderno. Sus jornadas se desarrollan en la Universidad de Zaragoza entre los días 10, 11 y 12 de septiembre. Su objetivo, como resume acertadamente su página web, es: 
"desentrañar la edición [durante el fin de la Edad Media y la Edad Moderna] como actividad económica e intelectual, configurando la diversa casuística existente en conexión con la producción, eminentemente manual, y la distribución comercial, y poniendo todo ello en relación con el desarrollo de las ideas en un mundo que se amplía y que amplía con él el conocimiento"
Portada de la página web del Congreso.
Resulta tremendamente satisfactorio la existencia de iniciativas tan valientes y esforzadas como la protagonizada con la organización de este congreso por el profesor Dr. Manuel Pedraza Gracia, máximo experto del mundo del libro zaragozano durante los siglos XV-XVI, época recordemos en la que la ciudad del Ebro era una de las capitales tipográficas de la península junto a importantes núcleos editoriales como Medina del Campo o Sevilla; amen de otros campos de la Biblioteconomía como la tasación del libro antiguo o la organización de bibliotecas. En la actualidad el profesor Pedraza está implicado en un proyecto de investigación, dentro del cual se enmarca la organización de estas jornadas, con título que invita al interés, "Fuentes para el análisis de la producción, edición y distribución del libro en el Antiguo Régimen", pero del que no he podido encontrar todavía gran información [1]. En la dirección y asesoramiento del proyecto participan, junto a Pedraza, conocidas personalidades en la investigación de la Historia del Libro, en especial, me gustaría recordar -ante mi casi total desconocimiento de los profesores y expertos de la "rama" medieval- a mis queridos investigadores de la imprenta en el Setecientos, cuyas obras y artículos, he leído y leo con extrema atención, figuras como Amparo García Cuadrado, Clive H. Griffin, Pedro Rueda Ramírez o Fermín de los Reyes Gómez. Resulta asimismo curioso comprobar como tanto en entre el comité y los ponentes coincidimos muchos de los presentes en las XIV Jornadas de Trabajo de la Asociación Española de Bibliografía, en las que tuve el gusto de participar, y que da idea de lo estrecho de este línea de investigación si bien se compensa con el ambiente casi familiar que impera en estos encuentros.

Calificaba líneas antes de "valiente" la celebración de este congreso, el primero de su nombre y del que esperamos que inaugure una "dinastía", y no es para menos este epíteto. Un repaso al actual estado de la investigación de la Historia del Libro español en el Antiguo Régimen, y también el siglo XIX y primeras décadas del XX, no invita precisamente al optimismo y si a cierto desaliento. Tras la explosión investigadora de los años 80-90, causada por la confluencia del desembarco del hispanismo francés (con López a la cabeza) y la definitiva maduración de la bibliografía nacional (con el inicio de la realización de tipobibliografías y unas cada vez más ambiciosas prospecciones investigadoras en este campo, caso de las protagonizadas por Jaime Moll), el ritmo investigador se ha ralentizado en la última década por diversas y complejas causas aunque puede aducirse unas difíciles e irregulares fuentes documentales (que desaniman a muchos), el fracaso en la creación y consolidación de grupos investigadores en la Universidad especializados en este campo (con la lógica ausencia en la formación de doctores y la celebración de congresos especializados) y, por supuesto, el carácter multidisplinar de la Historia del Libro, tierra de encuentro de muchos especialistas de las más variadas ramas pero que a la hora de la verdad no ha encontrado una profesionalización en la figura del Historiador del Libro, etiqueta si presente en otros ámbitos, como el francés. A este crisis no es ajena la feroz competencia de otras líneas de investigación, más atractivas, novedosas y con más recursos, ni tampoco, como a todos, la fuerte rémora vivida a nivel educativo, financiero y de ilusión por la presente crisis económica.

El congreso, bajo el subtitulo de "Edición, producción y distribución del libro" se estructura en cuatro bloques o "sesiones" bien definidos: en el primero se aborda el manuscrito, el segundo atañe al libro impreso, el tercero profundiza en la edición en la América colonial mientras que la cuarta sesión está dedicada a la presentación de proyectos y herramientas de investigación. El programa definitivo presenta 39 comunicaciones tras el proceso de selección al que concurrieron cerca de 60 propuestas. Señalar que cada sesión se inaugura con la breve presentación del comunicante por un relator o relatora -apoyada en una breve reseña biográfica y profesional nuestra solicitada por los organizadores- mientras que el final de cada bloque aparece coronado con un tiempo de debate y preguntas. Cada comunicación dura 20 minutos de reloj (la organización ya ha advertido que va a ser muy rigurosa con los tempos) mientras que las comunicaciones resultantes, una vez convenientemente corregidas tras las oportunas críticas que puedan salir de la discusión y conversación con los asistentes, serán mandadas a imprenta pues, algo increíble en estos tiempos de apreturas económicas y desprestigio del papel, las actas del congreso van a ser publicadas. Sobre la importancia de este hecho es de señalar que no se hacía un monográfico de esta temática desde hace más de una década con la celebración del I Congreso Internacional de Historia del  Libro, organizado en Salamanca en el 2002 por el lamentablemente extinto Instituto de Historia del Libro y de la Lectura. Que tu nombre aparezca impreso al frente de una comunicación entusiasma y bastante (a fin de cuentas que mejor homenaje que recoger nuestras investigaciones en libro impreso) si bien tampoco termina de convencerme (es lo que tiene ser un casi nativo digital) pues la impresión de unas actas es carísima, su publicación definitiva puede dilatarse bastante (conozco casos de congresos que han tenido que esperar dos o tres años tras su celebración), limita junto al tiempo de la ponencia el número de páginas (no máximo a 12 contando portada y apartado bibliográfico) y aunque queramos negarlo tiene mayor difusión en el lector la publicación colgada en medios electrónicos como Dialnet o el repositorio de una universidad u otro organismo que "acumulando" polvo en una estantería. Crucemos los dedos y que el futuro me tache de quejica.

Por lo que toca a mi comunicación, presento el miércoles por la tarde una avance de mi investigación sobre la industría del libro burgalesa en los siglos XVII-XVIII, de la que me centro en las imprentas institucionales, es decir, aquellas propiedad de la Catedral de Burgos y del colegio local de la Compañía de Jesús que monopolizaron las actividades tipográficas en Burgos durante más de dos décadas (1745-1767) y que marcaron un antes y un después en la tipografía burgalesa: un antes, porque no encontramos desde principios del XVII que dos imprentas cohabitaran un tiempo largo en medianas condiciones de prosperidad y porque nunca antes se habían visto unos volúmenes de edición y comercialización tan ambiciosos; un después, porque tras la desaparición de estas imprentas sus antiguos trabajadores acabarían radicando en las imprentas sucesoras, gestionadas por impresores independientes (como José de Navas) o capitalistas, enriqueciendo notablemente la cultura editorial de las mismas. Y sin más que decir sólo animaros a acercaros a Zaragoza si estáis interesados en el mundo del libro. El plazo de inscripción creo que ya está cerrada pero no creó que haya problemas para sentaros disimuladamente como oyentes si hay asientos. Con mucha ilusión y esperando conocer nuevas gentes con intereses afines con quienes quitarnos el polvo y telarañas de provincias del cerebro un tren nos espera. Os prometo una pequeña crónica del congreso para quienes no podáis asistir. Un fuerte abrazo.

[1] El proyecto HAR2011-23196, Fuentes para el análisis de la producción, edición y distribución del libro en el Antiguo Régimen, fue preseleccionada en la convocatoria del 2011 para acceder al suprograma de Proyectos de Investigación Fundamental no Orientada, reconociéndolo una dotación de 4.950 euros -una de las más escasas pues comparte espacio junto con proyectos dotados con decenas de miles de euros-.